Todos nos sentimos satisfechos cuando estamos todo el día ocupados, de un lado a otro sin parar o calentado la silla en el trabajo. Y encima esperamos que nos digan lo bueno que somos. Pero de verdad, lo que funciona no es estar ocupado. Lo que funciona es priorizar, ser eficiente y productivo. Y cuando acabes descansa, no sigas ocupado ni mucho menos aparentando.
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